A 25 años de su partida, Gilberto Omar Suárez Argáez, el payaso Pepillín, sigue presente en el corazón de los yucatecos. Este 16 de abril, el ícono de la cultura popular yucateca habría cumplido 68 años. Su legado como símbolo del entretenimiento infantil perdura en la memoria de todos.
Pepillín marcó a generaciones enteras con su carisma y alegría. Su figura sigue siendo recordada con cariño. A pesar del tiempo transcurrido, su influencia se mantiene viva en la sociedad yucateca.

Gilberto Omar Suárez: más allá del payaso
Gilberto Omar Suárez Argáez nació en Mérida, Yucatán, el 16 de abril de 1957. Su vocación artística se manifestó desde una temprana edad. Estudió contaduría pública y fue maestro de inglés en el Instituto Benjamín Franklin. Suárez Argáez nunca abandonó su pasión por el arte. Además, antes de ser payaso, expuso sus pinturas al óleo en Mérida. Y también formó parte del grupo musical “Eternidad” en la década de 1980. Sin embargo, su verdadero destino lo encontró a finales de los 70. Cuando comenzó a presentarse como payaso en fiestas infantiles. Así fue como inició una carrera de 25 años dedicada a la alegría de los niños.
¿Cómo nació Pepillín y sus compañeros?
Omar Suárez se transformó en Pepillín. El entrañable personaje que se convirtió en un fenómeno cultural y parte de la identidad yucateca. Lo que inició en fiestas infantiles llegó a la televisión local. Su carisma y talento conectaron con el público infantil, lo que lo catapultó a la fama regional. Además, creó a sus inseparables compañeros “Jorgito” y “El Chel de Kanasín“. Sin saberlo, estos dos títeres se volvieron inseparables de su imagen. Pepillín demostró sus dotes de ventrílocuo. La química entre Pepillín y sus títeres enriqueció sus presentaciones. Y fue así como contribuyó al éxito de sus programas televisivos.
Pepillín conquista la televisión Yucateca
Pepillín incursionó en la televisión. A finales de los 80, trabajó en Sipse Televisión (XHY-TDT). Allí protagonizó programas que se volvieron parte de la vida de miles de familias.Su presencia fue habitual en programas como “Tardecitas Yucatecas” (luego “Club Para Gente Chica”). También participó en “Peques y Pecas”.
Estos programas combinaban concursos, videos musicales y caricaturas. Pepillín conducía los programas junto a sus títeres. Ocasionalmente, lo acompañaban otros personajes infantiles. La fórmula resultó exitosa. Pepillín se volvió una presencia querida.
Un legado de alegría y recuerdos
La popularidad televisiva permitió a Pepillín participar en eventos sociales. También animó fiestas infantiles. Su presencia se convirtió en un sello de calidad. El 16 de agosto de 2000, Gilberto Omar Suárez Argáez falleció a los 43 años. La noticia conmocionó a todo Yucatán. Con su muerte, se fueron sus compañeros fieles, “El Chel de Kanasín” y “Jorgito“. Su partida generó tributos y reconocimientos póstumos. Dichos evidenciaron su impacto en la sociedad yucateca. La noticia de su muerte conmociono a niños y adultos.
Por su parte, el gobierno municipal de Kanasín honró su memoria en 2001 con un busto en su honor. En la actualidad, el monumento se convirtió en un punto de encuentro. Para honrar su memoria, cada año, se realizan actos conmemorativos. Los actos antes mecionados mantienen viva su memoria y reconocen su contribución. Por lo que, el recuerdo de Pepillín sigue presente.
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En 2022, se conmemoró su figura y la de sus títeres, reafirmando así, su estatus como ícono cultural. El legado de Pepillín continúa inspirando alegría y nostalgia, Pepillín sigue presente. A través de homenajes, monumentos y recuerdos, su memoria vive en el corazón de Yucatán. Su influencia perdura en la cultura popular.