Las plataformas digitales de transporte y hospedaje han transformado por completo la dinámica económica y social de Yucatán. Sin embargo, este avance ha venido acompañado de varios problemas, como el incremento en el número de vehículos, la gentrificación de zonas urbanas y la precarización del empleo.
Según el economista de la UNAM, Nelson Adrián Ramírez, especialista en urbanización, es urgente que el gobierno de Yucatán implemente políticas públicas claras y eficaces para regular estas actividades.
En la actualidad, más de 25,000 yucatecos dependen de plataformas como Uber para su sustento, lo que refleja un panorama de desocupación laboral en el estado. Ramírez explica que, aunque muchos conductores sueñan con ser sus propios jefes y ganar hasta 15 mil pesos semanales, la realidad es muy distinta: enfrentan jornadas largas, costos operativos elevados y carecen de acceso a servicios como la seguridad social.
El aumento de vehículos y la gentrificación en Mérida
A casi diez años de la llegada de plataformas como Uber a Yucatán, la situación ha empeorado. El número de vehículos ha aumentado considerablemente, lo que agrava los problemas de tráfico y contaminación en las ciudades, especialmente en Mérida.
El experto destaca que, en lugar de mantenerse como una solución de movilidad eficiente, las plataformas de transporte han generado un caos en la circulación que debe ser controlado a través de una regulación adecuada por parte del gobierno.
En cuanto a las plataformas de hospedaje, como Airbnb, Ramírez señala que su presencia ha llevado a una gentrificación de áreas como el Centro Histórico de Mérida. El precio de las propiedades ha aumentado, dificultando que los habitantes originales puedan acceder a rentas asequibles. Este fenómeno ha desplazado a muchas personas de sus hogares y cambiado la esencia de las comunidades locales.
Yucatán: Propuestas para una regulación efectiva en las plataformas
Durante su intervención en la ponencia “Plataformas digitales, democracia, liberación del mercado: la uberización de la ciudad”, Ramírez destacó la necesidad de un marco regulatorio que proteja tanto a los trabajadores como a las comunidades locales.
Entre sus propuestas se incluye la regulación del número de vehículos que pueden operar bajo plataformas como Uber y la formalización del trabajo de los conductores, para asegurarles acceso a los derechos laborales básicos. Además, sugirió que el gobierno controle el impacto de plataformas como Airbnb en el mercado inmobiliario, para evitar que continúe el proceso de gentrificación que afecta a los residentes originales.
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