El
Primer Ministro de Canadá,
Justin Trudeau, anunció este lunes su decisión de dimitir como líder del gobernante Partido Liberal. Su renuncia llega antes de las elecciones generales previstas para este año.
“Mi intención es dimitir como líder del partido y como Primer Ministro, una vez que el partido elija a su nuevo líder”, declaró Trudeau en una conferencia de prensa en Ottawa. Con este anuncio, continuará ejerciendo como primer ministro de manera interina hasta que se designe a su sucesor.
El impacto de la renuncia de Justin Trudeau en el escenario político canadiense
La dimisión de Trudeau se da en medio de un contexto político complicado. Tras liderar el Partido Liberal durante 11 años y ser
Primer Ministro por nueve, enfrenta un creciente descontento ciudadano, encuestas desfavorables y divisiones internas en su administración.
El anuncio precede a una reunión clave del grupo parlamentario nacional del Partido Liberal, programada para este miércoles. Según fuentes del
Globe and Mail y
Reuters, esta decisión refleja una estrategia para evitar una derrota electoral que parece inminente ante el opositor Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre.
Justin Trudeau deja al Partido Liberal en una situación vulnerable. Las encuestas proyectan una pérdida significativa ante el Partido Conservador, que ha logrado consolidar una ventaja superior al 20% en los promedios nacionales.
Contexto económico y político crítico
El gobierno de Trudeau también enfrenta presiones económicas. La viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, presentó su renuncia recientemente, criticando políticas fiscales como la exención de impuestos sobre las ventas y los reembolsos directos a los trabajadores, medidas que describió como “trucos políticos”.
Estas acciones coinciden con la amenaza de un posible arancel del 25% por parte de la administración entrante de Donald Trump. Este escenario ha generado incertidumbre económica, profundizando el descontento entre los ciudadanos.
Trudeau asumió el poder en 2015 con una agenda progresista centrada en el cambio climático y los derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, los últimos años de su gobierno han estado marcados por desafíos económicos y una creciente crítica social.
Con su renuncia, el
Partido Liberal enfrenta el reto de reorganizarse y definir su liderazgo en uno de los momentos más críticos de su historia reciente.