La Cuaresma en la península de Yucatán no solo representa un periodo de reflexión y abstinencia, sino también una oportunidad para disfrutar de una gastronomía que ha trascendido generaciones. Durante este tiempo, muchas personas evitan la carne roja y optan por pescados, mariscos y otros ingredientes que forman parte de la cocina tradicional del sureste mexicano.
Este año, la Cuaresma inicia el 5 de marzo con el Miércoles de Ceniza y concluye el 17 de marzo, Domingo de Pascua. En este periodo, la riqueza culinaria yucateca ofrece opciones llenas de sabor, respetando las costumbres religiosas sin dejar de lado la herencia maya.
Platillos emblemáticos de Cuaresma en Yucatán
Tikin Xic
Uno de los platillos más representativos de las comunidades costeras es el Tikin Xic, un pescado marinado con achiote y jugo de naranja agria, relleno de cebolla y pimientos. Tradicionalmente, se cocina a las brasas envuelto en hojas de plátano, lo que le otorga un sabor ahumado y cítrico inconfundible.
Papadzules
Considerados un clásico de la cocina yucateca, los papadzules son tacos rellenos de huevo cocido y bañados en una salsa verde hecha con pepita de calabaza molida y epazote. Se complementan con una salsa de jitomate sofrito y chile habanero, logrando un equilibrio de sabores que los hace únicos.
Dzotobichay (Brazo de Reina)
Este tamal de masa con chaya picada, relleno de huevo cocido y pepita de calabaza molida, es un ejemplo vivo de la herencia maya. Se sirve con salsa de jitomate y chile habanero, convirtiéndose en una opción perfecta para la Cuaresma, pues no contiene carne y resalta la identidad gastronómica de la región.
Pan de Cazón
Inspirado en la época colonial pero con raíces mayas, el pan de cazón combina capas de tortillas de maíz con cazón guisado en tomate y especias. Se baña con frijol colado y una salsa de jitomate sofrito, resultando en un platillo abundante y lleno de tradición.
Ceviche
Para quienes buscan algo fresco y fácil de preparar, el ceviche es una opción ideal. Se elabora con camarones cocidos y troceados, mezclados con jugo de limón, jitomate, cebolla y cilantro. Algunos añaden chile habanero para intensificar el sabor, sirviéndolo con tostadas o galletas saladas.
Los platillos tradicionales mantienen vivas las costumbres y ofrecen alternativas deliciosas para disfrutar de este periodo sin dejar de lado el sabor y la historia de la cocina yucateca.
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